Gracias, Luis Fernando: un referente por un modelo sostenible para Somiedo
Por Manuel Galán, director del Palacio Flórez-Estrada
Luis Fernando Alonso comenzó a trabajar en el Parque Natural de Somiedo en octubre del 2015. Casi 7 años después, tiene que abandonar el cargo en el momento en que, quizás, su conocimiento, dedicación e impacto en el territorio es mayor. Caprichos del destino o la imperiosa necesidad de revisar profundamente cómo y en qué medida se pueden retener personas de talento en destinos claves y sensibles. Retenerlo o arriesgarse a cambios en los modelos. Los territorios, como cualquier empresa o Entidad social, son muy sensibles a los liderazgos y en Luis Fernando ha primado su conocimiento, consenso y liderazgo silencioso por encima de todo.
El Parque Natural de Somiedo es, sin duda, uno de esos territorios sensibles por su valor ecológico, despoblamiento, símbolo y ejemplo, a la vez, de un modelo de cohabitación entre el medio natural y humano, exportado a menudo en otros territorios. Nadie había estado tantos años como Director del Parque Natural en Somiedo y tampoco nadie, desde mi punto de vista, ha generado un sentimiento compartido tan positivo en torno a una persona. A quien se pregunte coincide en los valores que defendió Fernando, fiel a un estilo propio: conciliación, capacidad de escucha, empatía, ternura, sencillez, participación y fomento de redes entre diferentes. Qué valores tan poco ensalzados por nuestra sociedad que, junto a su conocimiento del medio, hicieron durante años un cóctel perfecto para la consolidación de uno de los territorios más complejos de gestionar de nuestra geografía.
Emma Álvarez, hostelera somedana, comenta que “en Fernando encontré una persona que sabía escucha y entender opiniones diferentes a las suyas. Fernando es una persona sobre todo conciliadora, buena. Siempre mediador, sin duda, lo echaré de menos. Qué lástima que una persona tan integrada en el Parque y tan válida a nivel profesional y personal no se tenga en cuenta esas virtudes a la hora de asignar una plaza de director”. Para Gloria Holgado, empresaria local, “Fernando se implicó más que otros directores, al menos se preocupó de conocer el territorio y sus problemáticas. Se mejoró la señalización del Parque, se preocupó de potenciar la marca Natura 2000, intentó hacer desbroces de caminos y mejorar alguna pista además de ser una persona muy cercana”.
Modestia, profesionalidad y empatía
En opinión de Ricardo Blanco, jefe de área de turismo sostenible en la Secretaría de Estado de Turismo, “en los últimos años, los paisajes somedanos han contado con un gestor a la altura de sus valores. Luis Fernando ha desempeñado su labor con modestia, profesionalidad y empatía. Una combinación de virtudes difícil de encontrar en estos tiempos tan cambiantes. Su dedicación compartida con todos los que amamos y trabajamos a favor de Somiedo y su gente, se ha traducido en varias iniciativas que deben servir para alumbrar un nuevo futuro para este parque natural. Desde que en 1991 visité por primera vez Somiedo muchas cosas han cambiado, pero me gusta pensar en que personas como Fernando y su buen hacer ayudan a que este paraíso siga custodiado y sea una oportunidad para las personas que deseen vivir en él”.
Juan Díaz, Guarda del Parque, destaca su capacidad de escucha ya que “cualquier cosa que Fernando quería hacer, me llamaba antes para pedir consejo y, ante cualquier sugerencia que le daba, tomaba nota y se ponía manos a la obra. Entrañable, cercano, profesional y con capacidad para empatizar mucho con la gente. Con el tiempo eres consciente de que, para sacar algo adelante, necesitas el apoyo de la gente del lugar donde vas a actuar. Una persona que hizo mucho bien al parque natural de Somiedo. No se me olvida su sonrisa cuando avistamos juntos su primera osa con dos crías en El Posadoiro, Peña Vera”. Luis Frechilla, co-organizador de Nature Watch, destaca que “cuando Fernando comienza como Director, se produce un cambio total en el enfoque que tiene el Parque con respecto al turismo de observación y hacia la observación de la naturaleza en general.
Se ve su potencialidad y la necesidad de ordenación, por supuesto. Ha sido el mejor apoyo, un compañero de viaje para pelear por el desarrollo del turismo sostenible en el Parque Natural de Somiedo. Como gestor, ha sido muy importante, se ha sabido relacionar y estar presente, lo que no todos logran, y consiguió un ambiente y una forma de trabajar muy armónica para Somiedo más allá de la limitación de los recursos. Ha sido, sin duda, uno de los mejores directores de Parque que he conocido y ha sido una suerte para el territorio”.
A disposición de la ciudadanía
Rosalía Garrido, presidenta de la Asociación de Hostelería y Servicios Turísticos de Somiedo, destaca que “Luis Fernando es una persona que ha querido estar siempre alejada de todo protagonismo, de carácter discreto, alejado de los focos. Siempre ha preferido estar en la sombra, trabajador, sencillo, a disposición de la ciudadanía. Además, ha querido descentrar la mirada, observar lo pequeño, lo que pasa desapercibido para la mayoría como la rosalía alpina, especie protegida muy vulnerable y difícil de ver. Son pequeños gestos que hablan de su calidad como director y su calidez humana”. Para Sofía Berdasco, de la empresa Somiedo Experience, “siempre encontramos en Fernando una mano tendida, en la que su asesoramiento y apoyo fueron de vital importancia para nuestra empresa. Si algo me gustaría destacar de él, es su capacidad de escucha y su carácter conciliador”.
Por otro lado, quienes forman parte de la Asociación Matumaini, resaltan “su enorme sensibilidad en lo social, su cercanía, su inquietud por vincular los valores del Parque Natural a los nenos y nenas del centro educativo a quienes siempre puso en el centro, así como lo fácil que nos puso el acceso a los espacios públicos comunes del edificio principal del Parque Natural superando toda barrera burocrática, minimizándola al servicio de las personas”.
Luis Fernando deja su impronta y sensibilidad sobre Somiedo en dos obras propias: una arquitectónica, un pequeño mirador en forma de corro situada detrás del edificio del Parque, con el ánimo de sacar al exterior los museos y descubrir otro Somiedo menos conocido. Y con su libro Somiedo, Danzando con el paisaje, una delicada joya ilustrada por Eva López que se quedará para siempre como muestra de su amor incondicional por Somiedo.
Gracias, Luis Fernando.
- Categorias:
- Nuestro blog